Mientras que en 2003, Italia ganó el Campeonato de Europa de Fútbol Sala como anfitriona, Bélgica quedó eliminada al sumar un solo punto. Desde entonces, la selección belga no ha vuelto a clasificarse para la fase final, pero este martes regresa a la competición dentro del Grupo B ante un combinado azzurri que trata de volver a conseguir el título en Hungría.
Largo viaje
Italia fue finalista en 2007, y alcanzó las semifinales dos años antes, aunque Bélgica no se clasificó en ninguna de las dos ocasiones. Sin embargo, Benny Meurs, que se hizo cargo de la selección tras la fase final de 2003, ha construido un equipo joven y lleno de talento que espera sorprender a Italia y a su otro rival dentro del Grupo B, Ucrania, en la ciudad de Debrecen. "No sólo llevamos un mes o dos de preparación, sino casi siete años. Es la primera vez que nos clasificamos en siete años, así que estamos muy felices de estar aquí", dijo Meurs.
No favoritos
Con Salhi Saad y Jonathan Neukermans sancionados para el primer partido, Meurs sabe que Bélgica es la menos favorita dentro de su grupo. "Para un país con poca tradición en el fútbol sala, disputar el partido inaugural ante uno de los mejores equipos del mundo es una historia increíble. Si me preguntan si tenemos opciones de ganar, normalmente diría que no, que sobre el papel no tenemos opción, pero esto es deporte, y todo el equipo está listo y lleno de entusiasmo para empezar este torneo", añadió el seleccionador.
Ausencia de Bertoni
La selección azzurri sufrió un duro revés durante el fin de semana con la lesión del veterano ex campeón en 2003 Edgar Bertoni. El seleccionador Roberto Marinelli, que sustituyó el pasado año al veterano Alessandro Nuccorini, dijo: "La ausencia de Bertoni es importante, es un talismán. Es un problema para nosotros, pero tengo un grupo muy unido, y unos jugadores muy fuertes, tanto en su carácter como en su habilidad. Podremos superar la ausencia de Edgar. Estoy seguro".
Renovada Italia
Menichelli ha introducido varios jugadores jóvenes en la selección recientemente, entre ellos Cristian Rizzo, que se convertirá en el primer jugador de 18 años en disputar una fase final de un europeo de fútbol sala si juega algún partido. "El equipo italiano ha sufrido un proceso de renovación técnica durante los últimos diez meses, y este Campeonato de Europa representa una fase de este viaje. El encuentro ante Bélgica es un compromiso complicado. La Federación Belga ha hecho un gran trabajo devolviendo al equipo al Campeonato de Europa. Hay que elogiarles por ello", dijo Menichelli.
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